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miércoles, 1 de septiembre de 2010

Miércoles

Entonces te dijeron: “Pensa en tu futuro, no podes tirar todo asi como asi. Tanta inteligencia desperdiciada..”

Cuantas cosas podes pasar en 23 años? Increible no? Uno piensa que tiene toda la vida por delante. Mas alla de que siempre te estan corriendo esas ganas de “hacer algo”, lo que sea., algo con lo que puedas decir: “Esto vale la pena..”, siempre tenes esa seguridad, esa convicción de que tenes años por delante.


Y de a poco esos años que antes te parecian interminables ahora los podes contar. Antes era una linea de tiempo infinita, ahora es un segmento de recta y nada mas.


Si parecen tan cercanos esos viajes de 45 minutos en colectivos desde el Pueyrredon hasta el colegio. Esos viajes que siempre compartia con alguien, o algo. Que a veces tenia que tomarme el colectivo 20 minutos antes para poder ir sentado. Aunque no era gratis. Pensaba que el unico sacrificio a cambio de la comodidad era madrugar mas. No, no era suficiente eso. Tenia que viajar 25 de los 40 minutos con un libro parlante, (que sinceramente era un genio, con todos sus problemas de aprendizaje) que te decia desde el primer al ultimo resultado de los partidos de la “B” Local, mediando la historia de cada una de las canchas y los clubes de Comodoro. Increible, pero insoportable.Parecen tan distantes cosas que ahora realmente quiero recuperar. Tan distantes que las veo adelante mio. Cosas tan insignificantes en su momento, tan simples: caminar hasta la plaza para ver a los chicos jugando al futbol, usar mi gorra verde, jugar a la Verdi o a la menti (terminos de un lexico tipico de barrio para distinguir entre el juego de la bolita apostando la bolita, o el que se jugaba por simple diversión, respectivamente), la tapadita con las figuritas de Dragon Ball, el “cañito” que le haces al pibe que te sorprendia por lo bien que jugaba al futbol, la musica que escuchabas con algun amigo, dividiendo la cancion para interpretar a los cantantes. Uff, tantas cosas. Cosas que eran simples. Cosas que eran geniales. Cosas que el dinero NO puede comprar.


Y llegaste a la encrucijada, al punto donde decis: “Ahora que?”. Porque no alcanza con querer. Tenes que hacer. Y que difícil es hacer. Que difícil es elegir que hacer. Como hacerlo. Cuando hacerlo.


“Pero nada es tan grave” pensas. Eso es lo que te salva. Pero sigue sin alcanzar. Podes decirlo, pero seguis sin hacerlo.


“Vos no tenes que hacer esto Gabriel”, “Vos no tenes que hacer lo otro”, “No puede ser que te olvides esas cosas”, “Tenes que estar mas atento”. Esas frases que te dice gente que nunca en su vida manejo grupos. Que le ves a un kilómetro de distancia que con la mayor caradura te dicen cosas como si tuvieran un doctorado en el tema. Y los miras con los ojos y pensando tantas cosas que le dirias. Pero no. Necesitas el laburo. O por lo menos lo queres cuidar. Entonces te hace “Click!”. Y pensas: “Y eso?”. Eso fue tu vaso que se termino de llenar y no quedo mas espacio para meterle mas agua.


Te decidiste a hacer. Queres algo mas que esto. No alcanza. O por lo menos ahora sabes que no estas yendo por donde tenes que ir.


Menos mal que el ser humano tiene esa capacidad, esa facilidad para cambiar, para adaptarse. Menos mal que podes elegir. Porque muchas cosas podes estar viviendo que pensas que te sirven, que te llenan. Pero llega un punto en que ya no alcanza, ya no te sirve, ya no te llena. Y es tan lindo darse cuenta.


Y pienso: “Voy a trabajar todo el fin de semana, sigo el lunes, el martes y siempre lo mismo.”


Y llego al Miércoles. Miércoles de franco, de descanso. Y este Miércoles, fue como echar mas agua al vaso que hace mucho se habia llenado. Fue otra de las gotas que no entraban en ese vaso al que ya hay que cambiarle el agua.


Pero hoy no. Todavia no. Voy a dejar que se siga rebasando un poco mas. Que se mojen un poco las cosas. Y después si. Tiro toda el agua estancada a la bosta. Y a empezar a llenarlo de nuevo. Esta vez con gotero lleno de agua limpia y de mi rio. No se si lo voy a encontrar rapido. Pero va a ser MI rio. Por ahí en vez de encontrarlo rapido lo encuentro calmo. O quizas lo encuentre agitado. Agitado de tanto correr. O calmo de tanto esperar. Quien sabe.


Lo que si se, es que lo voy a encontrar.


Siempre hay una luz cuando parece que esta todo opaco.


No se cuando. Pero capaz un dia este caminando, escuchando musica como siempre, me caiga la ficha de estar viendo mi rio, y mire el calendario y me ria al ver que de nuevo es Miercoles.